Sofía Clérici declaró en la causa del Yategate, que involucra a Martín Insaurralde. Aseguró que no ejerce la prostitución y se definió como "acompañante de viajes". Clerici, una figura conocida por sus declaraciones y su papel en el escandaloso "Yategate", volvió a estar en el centro de la atención pública y judicial.
Luego de su viaje a Marbella con Insaurralde, el ex jefe de Gabinete de Axel Kicillof, la modelo es investigada por su presunta participación en actividades ilícitas vinculadas al exfuncionario.
La controversia surgida a raíz de ese viaje reveló aspectos complejos y multifacéticos de la vida de Clerici, incluyendo su trabajo como "acompañante de viajes", una ocupación que ella misma define y que generó un intenso debate en torno a la cosificación de las mujeres y la legalidad de ciertas actividades.
No se relaciona con la prostitución
En su declaración ante la justicia, Clerci dejó en claro su descontento por sentirse víctima de cosificación. Según sus palabras, su trabajo no se relaciona con la prostitución, aunque reconoció recibir pagos y regalos costosos, lo que plantea un vacío en el encuadre impositivo de sus actividades.
Este vacío, argumentó Clerici, se debe a la falta de reconocimiento oficial de su profesión, un tema que la llevó a citar la jurisprudencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la prostitución. Al hacerlo, la modelo subrayó que sus actividades no deben ser vistas como delictivas, sino como una forma de trabajo que merece un reconocimiento y una regulación adecuada.
Monotributista, en la polémica
La controversia en torno a Sofía Clerici se intensificó cuando la justicia allanó su domicilio y encontró una considerable suma de dinero en efectivo. Este hallazgo, junto con la inscripción de Clerici como monotributista, levantó sospechas sobre la procedencia de sus ingresos.
Sin embargo, la modelo, a través de su abogado Juan Martín Larralde, resaltó que sus actividades son legales y que sus ingresos son producto de su trabajo como acompañante de viajes y modelo. En su defensa, Clerici argumentó que la publicidad y el reconocimiento de su figura pública justifican los honorarios y regalos que recibe, y que estos no deben ser considerados como evidencia de actividades ilícitas.
Las fotos en un yate
El caso de Sofía Clerici y Martín Insaurralde, conocido popularmente como el "Yategate", captó la atención del público y de los medios. Las imágenes de Clerici e Insaurralde en un yate en Marbella, que la propia modelo publicó en sus redes sociales en plena campaña electoral, desataron un torbellino de especulaciones y controversias.
El episodio no solo llevó a la renuncia de Insaurralde, sino que también abrió una investigación sobre su presunto enriquecimiento ilícito. Clerici, por su parte, solicitó ser sobreseída de las acusaciones, argumentando que no cometió ningún delito y que su participación en el viaje no constituye un riesgo jurídico desaprobado.